Para lograr un buen resultado en los tratamientos ortodónticos es importante mantener una buena higiene bucal, evitando así también padecer halitosis o inflamación de las encías.
Para seguir una limpieza adecuada, será necesario retirar los elásticos y partes extraíbles del aparato de ortodoncia, cepillar las superficies masticatorias de los dientes y asegurarse de llegar hasta los últimos dientes de atrás, tanto en las superficies internas como externas, de forma suave, cuidando no romper los brackets ni los alambres.
Las zonas alrededor de los aparatos deben limpiarse, así como las encías y los espacios interdentales con hilo, seda dental o bien cepillos interproximales. El uso de un enhebrador dental ayuda a introducir la seda o cinta dental en los espacios interproximales y espacios de difícil acceso gracias a su punta semirrígida, que facilita la entrada. Es necesario realizar también enjuagues bucales para eliminar posibles restos de alimentos.
La irrigación bucal está especialmente indicada en personas que quieren una limpieza en profundidad, como los portadores de ortodoncia. En tan solo 3 segundos, los irrigadores bucales eliminan casi la totalidad del biofilm oral (placa bacteriana) depositado en los dientes, las encías y los lugares de difícil acceso, gracias a la aplicación directa de un chorro pulsátil de agua o colutorio.


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